jueves, 16 de octubre de 2008

Soneto dedicado a Diego Portales

Si supieran todos que gran hombre fuiste
si tan solo existieras para cuidar de mi nación
si tus palabras dieran aliento, mi gran valiente
un anime Chile te gritaría con pasión

Aunque mis manos no puedan tocarte
te agradezco con sinceridad
y en este mismo instante
me arrodillo ante tu autoridad

A pesar que ya ha pasado tu era
tu sello esta en el alma de la patria
y en el corazón de nuestra bandera

Nos demostraste que la gloria tenia su precio
que al final en Chile tu, huellas has dejado
por eso te he de recordar con alegría y aprecio

lunes, 13 de octubre de 2008

En esta fotografia me encuentro con el equipo de trabajo, colobora gran parte en mi blogg.Esta fue tomada en la finalizaciòn de una reunion que tube con otros heores.Esta presente en mi lado derecho mi ayudante Katterine Romero, a mi lado izquerdo se encuentra mi colaboradora Fernanda Parras.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Yo y mi querida esposa Josefa meses antes de su muerte


Yo, un fotogenico inigualable

Esta fotografia la
tomo uno de los enviados
del presidente cuando me
fue a pedir que retomara
el cargo de ministro,
en ese entonces estaba
yo viviendo en la V region.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Mi Infancia y Juventud
Naci el 15 de Junio de 1793 en Stgo, de Chile, mis padres fueron: el Ministro Contador de Ejercito y Real Hacienda Don Joseph Santiago Portales y Larraín Meneces Andia e Irarrazabal, y Doña María Fañez Palazuelos Acevedo y Borja.
Me eduquè en Santiago en el Convictorio Carolino de Nobles de 1808 a 1814. Indiferente al acontecer revolucionario de 1810, me inclinè hacia el comercio comenzando en 1820 una sociedad denominada Portales, Cea y Cía, y tuve relaciones mercantiles con el gobierno, por haberme adjudicado el estanco del tabaco, naipes y otros rubros. mis actividades mercantiles resultaron un fracaso y mi sociedad quebró.
La Quiebra de mis negocios me impulsaron a la acción política y me mezcle con los acontecimientos revolucionarios de 1829, llegando a ser Ministro y Vicepresidente de la Republica.
De carácter firme y autoritario, trabaje por dar a la republica una organización que le permitiera desarrollarse en el futuro. Cree la Guardia Cívica, como un medio de terminar con el caudalismo y siendo Ministro por segunda vez en 1835, vi la necesidad de combatir a la confederación Perú-Boliviana, creada por el Mariscal Santa Cruz, que amenazaba el futuro de mi patria. Consecuente con esta idea dedique mis esfuerzos a preparar una expedición contra ella y este esfuerzo, mal comprendido por mis compatriotas y muchos miembros de las fuerzas expedicionarias, produje el Motín de Quillota el 3 de Junio de 1837, que me costo la vida . Sin embargo mi muerte hizo popular la guerra contra la Confederación y le triunfo de Yungay.

Mi Vida Intima:
El 15 de Agosto de 1819, contraje matrimonio con mi prima hermana, Doña Josefa Portales yocurrida dos Larraín, cuya muerte, años más tarde, en Junio de 1821, había cambiado mi temperamento, pues ame a aquella mujer con todas mis fuerzas, y al fallecer me hice la promesa de permanecer célibe. La religión fue mi válvula de escape y una especie de misticismo se apoderó de mi.
Encerrado en mi habitación se me escuchaba entonar cantos litúrgicos y pasar muchas veces en completa meditación. mi padre me instó a casarme nuevamente, pero yo rechace la idea debido al dolor constante que me causaba mi mujer, y llegue a prometer que vestiriá el habito en algún convento. Pero estos arranques me produce el recuerdo de mi esposa no me concrete, y al regresar a Chile experimente una violenta pasión por una niña de 15 años, la bella Constanza Nordenflycht, huérfana.
En 1832 tuvimos dos hijos, y Constanza enferma gravemente, yo temi por su vida y le pedi a mi amigo Antonio Garfias que se casase con ella en mi nombre, ya que en ese momento yo vivía en Valparaíso.
Yo gustaba de las remoliendas. Bailaba bien la zamacueca y tenía verdadero placer en el tañer, en la guitarra, o en el arpa, acompañaba a los músicos (ese tipo de fiestas estaban incorporadas al codigo moral de la época, y nunca degeneraron en orgías).