jueves, 11 de septiembre de 2008

Mi Infancia y Juventud
Naci el 15 de Junio de 1793 en Stgo, de Chile, mis padres fueron: el Ministro Contador de Ejercito y Real Hacienda Don Joseph Santiago Portales y Larraín Meneces Andia e Irarrazabal, y Doña María Fañez Palazuelos Acevedo y Borja.
Me eduquè en Santiago en el Convictorio Carolino de Nobles de 1808 a 1814. Indiferente al acontecer revolucionario de 1810, me inclinè hacia el comercio comenzando en 1820 una sociedad denominada Portales, Cea y Cía, y tuve relaciones mercantiles con el gobierno, por haberme adjudicado el estanco del tabaco, naipes y otros rubros. mis actividades mercantiles resultaron un fracaso y mi sociedad quebró.
La Quiebra de mis negocios me impulsaron a la acción política y me mezcle con los acontecimientos revolucionarios de 1829, llegando a ser Ministro y Vicepresidente de la Republica.
De carácter firme y autoritario, trabaje por dar a la republica una organización que le permitiera desarrollarse en el futuro. Cree la Guardia Cívica, como un medio de terminar con el caudalismo y siendo Ministro por segunda vez en 1835, vi la necesidad de combatir a la confederación Perú-Boliviana, creada por el Mariscal Santa Cruz, que amenazaba el futuro de mi patria. Consecuente con esta idea dedique mis esfuerzos a preparar una expedición contra ella y este esfuerzo, mal comprendido por mis compatriotas y muchos miembros de las fuerzas expedicionarias, produje el Motín de Quillota el 3 de Junio de 1837, que me costo la vida . Sin embargo mi muerte hizo popular la guerra contra la Confederación y le triunfo de Yungay.

Mi Vida Intima:
El 15 de Agosto de 1819, contraje matrimonio con mi prima hermana, Doña Josefa Portales yocurrida dos Larraín, cuya muerte, años más tarde, en Junio de 1821, había cambiado mi temperamento, pues ame a aquella mujer con todas mis fuerzas, y al fallecer me hice la promesa de permanecer célibe. La religión fue mi válvula de escape y una especie de misticismo se apoderó de mi.
Encerrado en mi habitación se me escuchaba entonar cantos litúrgicos y pasar muchas veces en completa meditación. mi padre me instó a casarme nuevamente, pero yo rechace la idea debido al dolor constante que me causaba mi mujer, y llegue a prometer que vestiriá el habito en algún convento. Pero estos arranques me produce el recuerdo de mi esposa no me concrete, y al regresar a Chile experimente una violenta pasión por una niña de 15 años, la bella Constanza Nordenflycht, huérfana.
En 1832 tuvimos dos hijos, y Constanza enferma gravemente, yo temi por su vida y le pedi a mi amigo Antonio Garfias que se casase con ella en mi nombre, ya que en ese momento yo vivía en Valparaíso.
Yo gustaba de las remoliendas. Bailaba bien la zamacueca y tenía verdadero placer en el tañer, en la guitarra, o en el arpa, acompañaba a los músicos (ese tipo de fiestas estaban incorporadas al codigo moral de la época, y nunca degeneraron en orgías).